En un edificio emblemático que está por cumplir 141 años, sobre la calle 7 y 60 y frente a la renovada Plaza Rocha, está ubicada la Biblioteca Pública. Dependiente de la Universidad Nacional de La Plata alberga cerca de 600.000 ejemplares, diversas salas museos y ofrece una variada gama de atracciones culturales, educativas y recreativas. Al frente de la gestión, desde hace cerca de 3 años se encuentran dos mujeres: Marcela Fushimi, su directora, y María Eugenia Costa, en el cargo de vicedirectora. Con ellas dialogamos Las Brujas que Salem para sumergirnos en sus salones, sus propuestas y sus proyectos.
“Este año, que se cumplen 141 años de la Biblioteca se va a realizar un Congreso de Feminismos y Universidad Pública donde se va a hablar de la presencia de las mujeres en estas áreas porque si bien, nosotras no somos las dos primeras mujeres en el cargo, la realidad es que tampoco hubo tantas…”- nos cuenta Marcela Fushimi. Y María Eugenia refuerza la idea “Hay una clara feminización del rol de “la bibliotecaria”, pero las zonas de poder estuvieron siempre ocupadas por hombres”
La directora, Marcela Fushimi estudió hace muchos años Bibliotecología en la Facultad de Humanidades de la UNLP, y durante muchos años dirigió la Biblioteca de esa Facultad, por su parte María Eugenia Costa es historiadora y ambas comparten sus roles docentes en la carrera de Bibliotecología.
Es Costa quien nos comparte la idea de la gestión que llevan a cabo: “Buscamos otra concepción sobre la función social de la biblioteca, la gestión y las actividades culturales. Nuestra idea es romper ese imaginario de que ésta es solo una biblioteca de la Universidad y para el uso de estudiantes, docentes y no docentes. Es, sin duda, una Biblioteca para toda la comunidad”
Por su parte Marcela amplía la idea: “Ésta Biblioteca tiene muchos años y ha ido variando la perspectiva de a dónde dirigía sus acciones. Por supuesto que lo “universitario” es importante, pero también lo es lo “público”.
Esta Biblioteca nació Pública Provincial y pasó a la UNLP, pero con el compromiso de mantener el vínculo con la comunidad. En ese contexto nosotras priorizamos la idea de acercarla a la ciudad y desmitificar esto de que no se puede entrar a la biblioteca, sólo si venís a buscar un libro”
Grupos que acuden a las visitas guiadas de jubilados, de colegios, de distintas instituciones; alumnos que se reúnen en grupos para hacer trabajos y discutir perspectivas; niñas, niños y niñes que aprovechan los silloncitos y la juegoteca de la sala Infantil; personas que necesitan tener acceso a wifi, contestar un mail o hacer un trámite; muchas y variadas son las personas que día a día circulan por este edificio de la calle 7 y 60.
Pero sobre todo es un lugar que invita amorosamente a cobijar a personas que necesitan un espacio calefaccionado en invierno o fresco en verano, con un dispenser de agua para tomar mate o algo fresco. “Hoy en día está viniendo gente en situación de calle o personas que tal vez solo vienen a leer el diario, muchas de ellas, personas mayores” nos cuenta la vicedirectora.
Salas Museo, Anaqueles de curiosidades y una Agenda que se renueva
Considerada la Biblioteca más grande de la ciudad, María Fushimi nos cuenta que hay un mito (que incluso aparece en la página web de la biblioteca) de que el edificio alberga 600.000 volúmenes. “No todo el patrimonio está cargado todavía pero creo que ese número es bastante real”– nos asegura.
Las variadas Salas Museos de la Biblioteca cobijan colecciones completas que han sido donadas en distintos momentos de la historia. Por ejemplo está la del fundador de la Universidad Joaquín V González, que incluye no sólo sus libros, sino sus muebles y objetos personales.
Por su parte Costa nos cuenta que la Biblioteca también reúne libros raros, antiguos, curiosos que al estar en este lugar son de libre acceso para todos y no sólo para un sector social determinado
Libros de los siglos XVI, XVII y XVIII, absolutas joyas que están en distintos idiomas, realizados con pergaminos o encuadernaciones distintivas son expuestos en “Anaqueles de curiosidades” y todos los meses se realizan reseñas en las redes para invitar a verlos
Ciclos de lecturas como el coordinado por Roxana DAuro “Jardín de Infierno” que propone lecturas de escritoras mujeres contemporáneas, ciclos de cine, exposiciones, todas las actividades están pensadas para convocar distintos públicos y habilitar nuevos espacios.
Tiempos de posiciones claras
En un contexto económico y social de crisis la Biblioteca no está ajena a lo que ocurre en la sociedad.
“Leer en voz alta, leer con otros, compartir charlar, conversar de literatura también es importante en estos tiempos”-reflexiona María Eugenia
Y la directora agrega “Este último tiempo aumentó mucho la presencia en la Biblioteca y la demanda de libros, se percibe que se necesita un lugar de reunión. Muchos de los estudiantes viven en pensiones o en lugares donde no pueden pagar wi-fi y por lo tanto vienen no sólo por los libros, sino por todos los servicios”
Tanto Marcela, como María Eugenia insisten en la importancia de salir con la Biblioteca a la comunidad a ocupar las calles, participar y sumarse a las discusiones políticas que atraviesan el presente de nuestro país. Preocupadas por el futuro de las Bibliotecas Populares y la Ley de Financiamiento Universitario apuestan, no a una Biblioteca elitista, sino a una que esté abierta a la comunidad a través de sus acciones culturales, educativas y recreativas.
Una Biblioteca que está resistiendo en estos tiempos, pero que lo hace junto a la Universidad Pública, Gratuita y de Calidad, enarbolando la bandera del Financiamiento Universitario, el presupuesto para la ciencia, la tecnología y la investigación.
“Todos estamos abrazados en la misma lucha” – coinciden, y María Eugenia subraya: ”La Biblioteca toma posición, hay muchísimas actividades con perspectiva de género, con los temas de Memoria, Verdad y Justicia, Derechos Humanos, feminismos. Es importante que una Biblioteca tenga una línea de gestión y política clara y direccionada”
Escuchá la entrevista completa en Radio Trinchera
NOTA:
Para asociarse a la Biblioteca para sacar libros hay que acercarse con DNI y un servicio a su nombre. Se pueden sacar 5 ejemplares por 10 días y renovarse.
Quien quiera entrar a la Biblioteca para hacer uso de sus instalaciones o consultar los libros allí, no necesita ser socio, solo entrar y presentar su DNI.
Funciona de lunes a viernes de 8 a 19 horas. Hay visitas guiadas pero también se pueden pedir para grupos comunicándose con el mail.
La información de talleres, ciclos y actividades se publican en sus redes sociales @bibpulicaunlp