La Mesa de Mujeres de la CGT impulsa la incorporación femenina al triunvirato en un encuentro histórico con más de 500 dirigentas de 34 gremios, consolidando un movimiento que busca fortalecer la unidad y la representatividad del movimiento obrero.
En un hito para el sindicalismo argentino, unas 500 dirigentas de más de 34 gremios de todo el país se reunieron en el Encuentro de Mujeres de la CGT, una jornada de debate, organización y militancia que refleja el crecimiento sostenido de la participación femenina en la Confederación General del Trabajo (CGT), de cara a las elecciones en la organización.
Durante el cónclave, las participantes presentaron la Declaración de las Mujeres Trabajadoras de la CGT, un documento que reafirma el compromiso con la unidad del movimiento obrero y la necesidad de ampliar la representación femenina en todos los niveles de la organización.
“Una mujer en el triunvirato no es una concesión ni un símbolo vacío, sino el reconocimiento político de una realidad que se organiza día a día, que milita con compromiso y que sostiene, en cada rincón del país, la fuerza vital del movimiento obrero”, expresaron en el texto.
El encuentro marcó un nuevo capítulo en la lucha por una mayor representatividad de las mujeres en los espacios de decisión. Contó con la presencia y acompañamiento de referentes como Héctor Daer, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri, Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Julio Piumato,
Un camino de lucha y organización
El proceso que hoy se consolida comenzó en 2021 con la reforma del Estatuto de la CGT, que incorporó la paridad en la conformación del Consejo Directivo. Desde entonces, las trabajadoras han tejido una red de acción colectiva, impulsando propuestas conjuntas y participando con voz propia en los espacios de decisión. Este camino incluye hitos como la primera movilización del 8 de marzo como “Mujeres de la CGT”, la creación de un ámbito permanente de trabajo, el Encuentro Nacional de 2024 —que reunió a más de mil dirigentas de 90 gremios— y los encuentros regionales de 2025 en Chubut, Neuquén, Mendoza y La Plata, con planes de expansión a otras provincias antes de fin de año.
Maia Volcovinsky, co-secretaria de Derechos Humanos de la CGT y Secretaria Adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), destacó la legitimidad de este reclamo: “Gracias a que muchas mujeres construyeron representación en sus gremios, hoy consolidamos una presencia fuerte en la calle. Si pedimos estar en los máximos niveles de decisión es porque lo practicamos hacia adentro, y eso nos da legitimidad. Somos quienes más sufrimos las consecuencias de los modelos neoliberales, pero también quienes más trabajamos para transformarlos. Le hacemos bien a la CGT y al país cuando ponemos nuestra voz y militancia al servicio del modelo de Argentina que queremos construir.”
La fuerza de la unidad y la tradición peronista
Marina Jaureguiberry, Secretaria General de SADOP y miembro del Consejo Directivo de la CGT, subrayó el legado histórico que guía este movimiento: “Hoy es un día histórico. Nos toca construir las voces en todos los lugares y fortalecer la presencia de las mujeres en la CGT y en la calle. Venimos de una tradición que nos legó Eva Perón: la organización y el poder de las mujeres. Militamos por un mundo del trabajo mejor y por una CGT fortalecida con nuestra presencia. Cuando se cuente esta historia, podremos decirles a nuestras hijas y nietas que estuvimos acá, que fuimos protagonistas.”
Por su parte, Vanesa Núñez, Secretaria Administrativa y de Organización Nacional de UTEDYC y Co-Secretaria de Innovación y Futuro del Trabajo de la CGT, resaltó la construcción colectiva: “El poder que construimos no es patriarcal ni individual, es un poder de red. Este volumen y este calor nacen de cada compañera y de las que nos sostienen. Eva Perón es nuestro faro político: nos enseñó a organizarnos y a ejercer el poder mirando la realidad. Cuando llegue una, vamos a llegar todas.”
Un reclamo por la unidad y la representatividad
La Declaración de las Mujeres Trabajadoras de la CGT enfatiza que la unidad del movimiento obrero debe sustentarse en estructuras vivas, plurales y representativas. “Nosotras somos parte sustancial de la unidad. Nacimos y crecimos dentro del trabajo, de la organización y de la lucha. Somos parte de la fuerza que sostiene, del pensamiento que planifica y de la estructura que negocia”, señala el documento.
En un contexto social y económico complejo, las mujeres de la CGT reafirman su compromiso con un sindicalismo que refleje la diversidad y la fuerza del movimiento obrero. El encuentro cerró con una convicción compartida: seguir ampliando la participación femenina en la vida sindical, fortalecer la unidad y hacer de la CGT una herramienta cada vez más representativa de quienes sostienen el trabajo en todo el país.
“¡Es la hora, compañeras!”, fue el grito que resonó en la jornada, un llamado a consolidar la presencia femenina en el triunvirato y a seguir construyendo una CGT más inclusiva y poderosa.
