por Gabriela Chamorro.
Las mujeres somos las que sostenemos las crisis de los hogares y de los países. Cuidamos hijxs, padres, sobrinxs y revolvemos ollas en los comedores. Inventamos ingredientes cuando los gobiernos de derecha se meten con los más necesitados y organizamos colectas para que ningún chicx deje de ir a la escuela.
Este 8M (Día Internaccional de la Mujer trabajadora) en un nuevo paro feminista las mujeres y colectivos de la diversidad marcharemos en un contexto que, en Argentina, no puede ser más agresivo para nosotras. “El ajuste no se aguanta más”- aseguraron las referentas en las tres jornadas multitudinarias feministas de organización de la marcha.
Con un protocolo represivo, ideado por una mujer, Patricia Bullrich nos protegeremos con nuestros pañuelos y nuestras verdades, con nuestro orgullo y nuestra historia de conquistas. Marcharemos con nuestros reclamos y con nuestro amor; con nuestra esperanza por otro futuro para nuestro país y nuestra certeza de que el rumbo se debe torcer.
En todo el mundo el paro feminista se está organizando. Mientras Francia celebra ser el primer país que incorpora en la Constitución el derecho de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, en otros países, como el nuestro, luchamos contra políticas regresivas y agresivas que amenazan nuestros derechos conquistados y todo lo que buscábamos conseguir.
La lista de demandas y reclamos se ensancha día a día ante las políticas de ajuste, crueldad y empobrecimiento del gobierno de Javier Milei. Paso a paso, en una marcha única, integrantes del Colectivo Ni una Menos, activistas de la Campaña por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, referentes sociales, sindicales, políticas y organizaciones y mujeres autoconvocadas denunciarán la grave crisis alimentaria y habitacional que atravesamos.
En la jornada cada una de nosotras nos guiaremos con la fuerza que nos dan imágenes cercanas que nos duelen: abuelas que optan por un remedio o el otro porque la jubilación les quedó licuada con los aumentos; mujeres que se quedaron sin trabajo y no pueden sostener a sus hijos; comedores sin alimentos; niñas que roban cajas de fibras porque escucharon en la casa que sus padres no se los podían comprar; mujeres víctimas de violencia que ya no tienen a donde recurrir porque los centros de atención fueron desfinanciados o cerrados y una lista de postales que poco hablan de libertad y mucho, demasiado, de indiferencia y de impiedad.
La socióloga y referente del colectivo Ni Una Menos Luci Cavallero advirtió que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Jorge Macri “no da ninguna garantía de protección a las miles de mujeres que se movilicen al centro porteño” En este contexto y con un protocolo represivo montado por la ministra de Seguridad de la Nación confía que “el autocuidado y la masividad” va a ser el mejor escudo para esta marcha que seguramente será histórica.
La activista Dora Barrancos será como siempre, de la partida del 8 M y prometió: “Vamos a hacer el 8 de marzo para demostrar a toda la humanidad que el ataque a nuestros derechos es un ataque a los derechos humanos fundamentales. Porque si soterran nuestros derechos hay un enterramiento general de la dignidad humana en este país. Y no vamos a dejar de pensar dolorosamente en las más pobres, las más excluidas, en esas mujeres, en esos seres que están pasando hambre en este momento”.
Presente caótico, pero más para las mujeres
Mal que le pese a un mandatario que ordena prohibir el lenguaje inclusivo y la “perspectiva de género”, es un hecho demostrado que las crisis afectan más a las mujeres y diversidades.
La brecha de género-inexistente para Milei- se amplía cada vez más con cada devaluación, recesión y suba de precios. De los millones de pobres que se van sumando día a día a un frío número elaborado por el INDEC o la UCA la mayoría son mujeres y niñxs. Muchas de esas mujeres son cabeza de familia, con padres ausentes en lo económico y en lo presencial, datos confirmados por Unicef que comprueba que la pobreza afecta a 7 de cada 10 familias monomarentales, es decir, a los hogares mantenidos sólo por mujeres.
Varias de las medidas efectuadas por este gobierno dejaron a casi 5 millones de chicos y chicas sin la Tarjeta Alimentar y el cierre del Potenciar Trabajo, dejó sin ingreso precisamente a más mujeres ya que el 65% era percibido por ellas.
Del lado del gobierno no solo la negación de esta realidad, sino también la amenaza. “Hay que cumplir con el horario laboral. Si no van a trabajar les será descontado el día”- aseguró el vocero presidencial Miguel Adorni al ser consultado por las trabajadoras del estado que quieran movilizase el 8M. Y con alegría afirmó que «El Ministerio de la Mujer dejó de existir y, al menos, en este Gobierno no va volver a existir jamás»
El propio presidente en un monólogo ante alumnos secundarios en el colegio privado al que asistió junto a su hermana también envió un mensaje a la marea feminista calificándolas de “asesinas de pañuelo verde” y considerando que sus actos son “homicidios agravados por el vínculo”. Cárcel, parece, es lo mínimo, que el presidente desea para las mujeres que amparadas por la ley que supieron conseguir, deciden sobre sus propios cuerpos. Ninguno de estos ataques y amedrentamientos hacen mella en un movimiento que supo crecer y reaccionar sin miedo, sobre todo cuando sus derechos estaban amenazados y cuando precisamente, fueron los “varones” quienes tomaban decisiones sobre ellas.

Mujeres contra mujeres
Un gabinete y diputadas que sostienen el patriarcado muestran cómo la derecha sostiene al feminismo como enemigo sin considerar, y subestimando, que constituimos más de la mitad de la población.
Solo en estos últimos días la diputada Lilia Lemoine aseguró en una entrevista radial que la ley de cupo está mal porque “en general a las mujeres no les interesa participar en política”
Y a pesar de que- su escasa experiencia en el tema- podría llevar a a pensar que su comentario es casual el análisis del DNU y el proyecto de ley sobre “»las Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos», nos demuestran que sus dichos no son inocentes.
Un estudio de las reformas propuestas en estos dos tótems que Milei quiere que se aprueben en relación a la reforma electoral realizado por los especialistas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género concluyen que de aprobarse las modificaciones la aplicación de la Ley de Paridad de género sería imposible de hecho.
Esta semana también la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino,-quizás para que no se pose la información sobre las operaciones realizadas por el Reino Unido y los embates sobre nuestra soberanía marítima luego de su reunión con David Cameron- atacó a la diputada nacional Natalia Zaracho por su lugar de origen y sus estudios incompletos, dándo cátedra en las redes sociales sobre misoginia, clasismo y racismo.
En la jornada cada una de nosotras nos guiaremos con la fueza que nos dan imágenes cercanas que nos duelen: abuelas que optan por un remedio o el otro porque la jubilación les quedó licuada con los aumentos; mujeres que se quedaron sin trabajo y no pueden sostener a sus hijos; comedores sin alimentos; niñas que roban cajas de fibras porque escucharon en la casa que sus padres no se los podían comprar; mujeres víctimas de violencia que ya no tienen a donde recurrir porque los centros de atención fueron desfinanciados o cerrados y una lista de postales que poco hablan de libertad y mucho, demasiado, de indiferencia y de impiedad.
Todos los días un motivo nuevo
La perspectiva de género que este gobierno quiere prohibir, pero que desde la comunicación abrazamos y no abandonaremos jamás, nos permite teñir de violeta cada medida que se ensaña con las mujeres.
El cierre de los complejos de Chapadmalal y Embalse, única posibilidad de muchas mujeres solas con sus hijxs va contra el derecho al ocio y se explica únicamente en el discplinamiento de clase que la derecha ejerce sobre lo que “nos merecemos y lo que no nos merecemos”. El cierre de más de 300 unidades de gestión de planes sociales a cargo de otra mujer, la Ministra de Capital Humano Sandra Pettovello y de 59 Centros de Referencia tienen como enemigo a las clases sociales más vulnerables que utlizaban estos recursos para no tener que trasladarse- con los altos costos de los precios de transporte- para asesoramiento de los derechos más básicos y denunciar cuestiones de violencia de género o incumplimiento de cuota alimentaria.
La avanzada contra las universidades y el Conicet, conformado este último por mayoría de investigadoras mujeres implica no solo un atropello a la soberanía científica sino pérdidas de trabajo que en este contexto de recesión se traduce en más hambre y miseria.
La no actualización a las jubilaciones y a los salarios docentes también tienen impacto en las mujeres ya que biológicamente la vejez está feminizada y las tareas docentes están históricamente, en nuestro país a cargo nuestro. Y si a los cuidados y tareas del hogar nos referimos por qué iban a quedar fuera del blanco del ajuste las trabajadoras de las casas particulares que, con las propuestas de cambios en indemnización por despido y licencias por maternidad también van a ser perjudicadas.

Calles verdes y violetas
Con pañuelos verdes y violetas, con consignas que se multiplican día a día este 8M nos encontrará en las calles con un orgullo feminista renovado. Sentir que somos enemigas de la derecha y de las políticas de ajuste y hambre nos da una energía extra en una lucha, en la que sabemos, nuestro rol es protagónico.
A las 16 horas será la concentración en el Congreso Nacional. Habrá ollas, verdurazo, recolección de útiles escolares e intervenciones artísticas, seguidas de la lectura de un documento como se realiza todos los años.










